Los mejores shows de los Juegos Olímpicos

La inauguración de los Juegos Olímpicos de París llegó en medio de la polémica, los invitamos a hablar de porqué las inauguraciones son tan importantes.

La inauguración de los Juegos Olímpicos del 2024 se vio eclipsada por muchos comentarios críticos. Las redes sociales pronto se llenaron de usuarios comentando que había sido “la inauguración más lamentable y bochornosa de la historia de los Juegos Olímpicos” o que era un espacio que “busca activamente insultar a alguien”. El mejor comentario, sin embargo, es el siguiente: “La degradación de Francia y de los valores de occidente quedaron plasmados en la deplorable inauguración de los Juegos Olímpicos”. 

La fiesta de los dioses. Jan Van Bijlert. 1514.

La mayoría de los comentarios hacen referencia a un sketch que recrea La fiesta de los dioses, cuadro de Jan van Bijlert hecho en 1514, el cual muchos confundieron con La última cena de Leonardo Da Vinci. En el cuadro original, aparecen los dioses Tetis, Peleo, Neptuno y Eris, así como Apolo coronado. Esta representación moderna se hizo de la mano de Drag Queens, que buscaba en principio hacer una llamado de atención por la libertad de expresión, la libertad culto y la libertad de amar a quien se quiera. 

La última cena. Leonardo Da Vinci. 1494-1498.

Este espectáculo ha estado lleno de críticas no sólo porque “ha degradado la moral occidental” o porque “ha ofendido a cristianos en todo el mundo”, sino porque la gente tiene altas expectativas puestas en el show inaugural de los olímpicos. Y si bien la actuación de Céline Dion ha estado rodeada por opiniones más bien positivas, en general los espectadores consideran que el espectáculo ha quedado muy atrás de lo esperado. Por eso, vamos a hacer un pequeño recorrido por los show inaugurales y de cierre de varios de los Juegos Olímpicos. Al final, consideraremos cuál ha sido el mejor show hasta la fecha.

Los Juegos Olímpicos en la Antigua Grecia

Se cree que los Juegos Olímpicos tienen un origen divino. Heracles, hijo de Zeus, tiene la idea después de terminar sus doce trabajos. Hemos de recordar que en la Antigua Grecia la homosexualidad era una práctica extendida y normal, ya que no se hacían diferenciaciones sociales por la orientación sexual. Hasta nuestros días han llegado ánforas y vasijas que representan escenas sodomitas en aquella época, por lo que resulta aún más curioso que, siglos después, se critique una escena de Drag Queens. 

En aquella época se celebraron más de 290 ediciones y eran tan importantes que incluso marcaban el calendario. Eran consideradas festividades religiosas. 

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Más allá de su supuesto origen divino, es notorio que los Juegos Olímpicos nacieron como un instrumento de diplomacia deportiva donde las diversas polis de la Antigua Grecia se unían por unos días en torno a la competencia. Este momento se conocía como Tregua olímpica. Este tinte de paz y unión perdura hasta hoy en día, ya que los juegos aún se ven como un momento de reunión y de convivencia pacífica. 

En aquellos primeros juegos, las competencias duraban no más de cinco días, pero entre los festejos religiosos y artísticos, la celebración se alargaba a un mes. Con la recuperación de las olimpiadas modernas cambiaron muchas cosas, entre ellas, la manera en que se entendían las muestras artísticas al lado de los juegos. Desde la primera olimpiada moderna se realiza este acto. No obstante, no fue sino en 1920 en que se dio una ceremonia de apertura como la que conocemos hoy en día: con bombos y platillos, y por todo lo alto. 

Barcelona y Freddie Mercury 

Aún si el cantante no logró llegar a la inauguración por su muerte un año antes –Mercury murió en 1991 y los juegos tuvieron lugar en 1992– su canción Barcelona junto a la soprano Montserrat Caballé se volvió un himno. Curiosamente, la canción fue compuesta mucho antes de los juegos, estrenándose en 1987, aunque sí fue pensada para darle un tinte de grandiosidad a la ciudad que iba a albergar dicha ceremonia.

Aunque los artistas no llegaron nunca a cantar la canción en el marco de los juegos, Barcelona ha pasado a la historia como una de las mejores piezas y actos –fantasmas– inaugurales. 

Atenas y Björk

La cantante islandesa Björk actuó en la inauguración de 2006 con su canción Oceania. La actuación tuvo lugar momentos antes de encender la antorcha olímpica. El show fue sencillo pero lleno de elementos visuales llamativos. En escena está solo la cantante, portando un vestido azul de 210 metros de tela que la rodea completamente. Además, unas telas azules rodean todo el espacio escenográfico. Estas telas hacen referencia a un mar, contando también con proyecciones de figuras como algas que parecen estar flotando en el agua. La misma cantante dice lo siguiente sobre esta idea artística: “pensé en el océano porque el agua toca cada continente sin pensar sobre raza, perjuicio o religión”.

La misma página de los Juegos Olímpicos ha calificado este show como “una de las actuaciones musicales más ambiciosas de la historia de los juegos modernos.”

Londres y… todo el mundo

La inauguración y clausura de los juegos de Londres en 2012 son unas de las más recordadas por su majestuosidad y calidad de los artistas. Y es que Londres convocó a sus personajes más representativos de todos los tiempos para actuar en su escenario, desde Los Beatles y Queen, hasta Mr. Bean y la Reina Isabel. Todos recordaremos esa famosa escena de Mr. Bean tocando una única nota en un teclado mientras bosteza y se pregunta cuándo partirá. Recordemos que la pieza es la famosa Carros de fuego de Vangelis, de la película homónima. Este largometraje cuenta la historia de unos deportistas preparándose para las olimpiadas en 1924. No olvidaremos tampoco el montaje de la Reina Isabel tirándose en paracaídas de un helicóptero con James Bond.

Pero hay mucho más. Muse interpretó su canción Survival acompañado de un coro impresionante en la ceremonia de clausura. Arctic Monkeys hizo un homenaje a los Beatles recordando su canción Come Together en la inauguración. Un holograma de Freddie Mercury invitó a cantar a los asistentes en la ceremonia de clausura y, justo después, el mítico guitarrista de Queen, Brian May, interpretó la canción We Will Rock You junto a la cantante Jessie J. Esta canción es particular, carga un simbolismo de unión y fuerza. Finalmente, Paul McCartney hizo una aparición con la clásica canción de los Beatles, Hey Jude, la cual el estadio entero cantó muy fuerte a coro en un momento muy emotivo. El holograma de John Lennon también hizo su aparición, por supuesto, cantando su canción Imagine, que invita a soñar un mundo en paz, sin guerra y rodeado de amor. 

París y la crítica

Dedicaré unas últimas líneas, de nuevo, a la crítica de la ceremonia de inauguración de París de este año. Más allá de los comentarios negativos, es notorio que los franceses también han hecho un llamado a sus símbolos culturales e históricos. El sketch de María Antonieta decapitada, cantando uno de los himnos revolucionarios en la prisión La Conciergerie, para pasar después a un heavy metal de la banda Gojira, es uno de los momentos más recordados por los espectadores. 

También es notorio que las críticas fueron hechas por un sector conservador y religioso de la población. Como dijimos antes, hacer una crítica a un sketch protagonizado por Drag Queens es también perder de vista el momento histórico en el surgieron los juegos hace más de dos mil años. Además, las críticas hicieron también un llamado a no politizar los Juegos Olímpicos, olvidando también que el régimen nazi organizó unos juegos en 1936 como parte de su agenda de programada política. Y, al final, todo, por más mínimo que sea, es político.

Decir que la inauguración fue buena o mala entra en juicios de valor. Depende de cada espectador tomar esa decisión. Lo que sí es cierto es que no podemos juzgar una expresión artística desde un punto de vista moral, religioso, racial o nacional. En ese caso, estamos perdiendo por completo de vista el objetivo de los juegos: competir todos juntos en igualdad de condiciones, sin importar nuestro color, proveniencia o religión.