Carrie Bradshaw: ¿realmente la villana de su propia serie?

Carrie Bradshaw, así como otras protagonistas, ha sido criticada por conductas cuestionables. Pero, ¿ellas deberían ser ejemplos a seguir o mostraste de manera más genuina?

Existen series de televisión que se arriesgan a tocar temas sumamente tabú y controversiales, a las que algunos incluso tildan de “revolucionarias”, y que el escándalo que causan al salir a la luz se traduce en una relevancia que se extiende en el tiempo. Este es el caso de la serie estadounidense Sex and the City, que trata sobre cuatro amigas solteras en la ciudad de Nueva York que exploran su sexualidad, el amor y la amistad en esta gran ciudad. La serie salió en el año 1998. En ese momento, a pesar de que el movimiento feminista ya estaba avanzado, el papel que jugaban las mujeres en la television seguía siendo bastante tradicional. Como Monica Geller de Friends, cuyo principal deseo era casarse y formar una familia, o Laura Winslow de Family Matters caracterizada por siempre intentar balancear las expectativas familiares.

La sexualidad femenina específicamente tenía muchos estigmas, entonces el hecho de que esta serie se centrará en mujeres sexualmente activas y libres, y que los diálogos trataran con humor y franqueza este tema, fue un cambio radical de la manera en la que las protagonistas solían ser representadas en el mundo del entretenimiento. Abordando, además, temas de independencia económica y emocional, la serie representa a mujeres modernas de una manera poco tradicional, lo cual podría explicar por qué Sex and the City sigue siendo relevante y popular más de 20 años después de su estreno. 

Carrie Bradshaw

La protagonista de la serie es Carrie Bradshaw, una columnista de sexo y relaciones que, basadandose en su experiencia (y en la de sus amigas), explora y escribe sobre temas del amor, sexo y la vida urbana en general. Constantemente en la búsqueda de un balance entre su independencia, las relaciones amorosas y las expectativas sociales, Carrie es una clara representación de una mujer moderna en sus 30s. Es un personaje complejo, pues a pesar de ser una mujer apasionada, exitosa e independiente, también es egoísta en muchos momentos, y demuestra varios comportamientos impulsivos que hacen que sus relaciones interpersonales sean bastante inestables. Lo anterior explica muchas de las críticas que ha recibido Carrie como protagonista de la serie. Lo que nos puede llevar a preguntarnos: ¿Los comportamientos controversiales de Carrie y otros personajes femeninos similares son un mal ejemplo para la audiencia, o las hacen más genuinas? ¿Qué efectos puede tener para las diversas audiencias femeninas ver a estos personajes con comportamientos tan cuestionables?

Carrie Bradshaw es uno de los personajes más icónicos de los últimos años. Por siempre una “fashion icon”, es representada como una mujer audaz, independiente y exitosa. Para muchas jóvenes puede representar un ideal; con un estilo de vida “cool” y sofisticado en Nueva York, y con una carrera que además le permite tener una voz influyente en esa gran ciudad. Sin embargo, esta protagonista también es constantemente criticada -por su propia audiencia- debido a sus comportamientos egoístas y en general a sus decisiones cuestionables que toma a lo largo de la serie. 

“Carrie Bradshaw is the worst”

Muchos de los comportamientos controversiales de Carrie están relacionados con sus relaciones románticas. Su relación on-and-off durante toda la serie es con Mr. Big. Esta es bastante criticada por su toxicidad, pues en el transcurso de las temporadas Carrie demuestra una dependencia emocional en la que siempre vuelve a buscar a esta pareja a pesar de sus malos tratos, su falta de compromiso y de reciprocidad. El deseo de estar en una relación tóxica y que incluso podría llamarse “destructiva” es evidente cuando Carrie le es infiel a Aidan -relación que en algún momento molestó a Carrie por ser “demasiado fácil”- con Mr. Big. En esta serie se muestra a una protagonista que en el intento por balancear su vida social, sexual, laboral y romántica, es en muchas ocasiones incapaz de establecer relaciones amorosas saludables y duraderas. 

La relación de Carrie con sus amigas también ha generado muchas críticas. En varias ocasiones la protagonista tiene comportamientos egoístas hacia sus mejores amigas que hace que gran parte de su audiencia la acuse de ser “mala amiga”. Como cuando deja plantada a Miranda para quedarse en la casa de Mr. Big, hace sentir culpable a Charlotte por no ofrecerle dinero -estando ella sin trabajo y recién divorciada-, o cuando invita a Samantha a un viaje de trabajo para después echarla del cuarto de hotel para estar con Mr. Big. En estas ocasiones es evidente que, en cuanto a sus amistades, Carrie muchas veces pone por encima sus propios intereses. 

Otra de las cosas que se critican de esta protagonista es su representación de un estilo de vida insostenible, en el que no tiene ningún tipo de responsabilidad financiera. Sus malas decisiones con respecto al manejo del dinero, en el que, por ejemplo, se dedica a comprar una extravagante cantidad de zapatos de diseñador y después no tiene cómo pagar un arriendo, demuestra comportamientos impulsivos e “inmaduros” en este tema. 

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Todas estas conductas cuestionables de Carrie han desatado una serie de críticas muy grande, más que todo en los últimos tiempos, en los que grandes medios de comunicación como The Times han publicado artículos criticando a esta protagonista, y se ha creado todo un blog llamado “Carrie Bradshaw is the worst”. 

Todas estos juicios apuntan a que la protagonista de la serie debe ser un ejemplo a seguir para su audiencia, y que Carrie Bradshaw fracasa en esto. Al romantizar relaciones tóxicas, la autoabsorción y el consumismo, este personaje es todo menos un ejemplar, sin embargo, ¿es eso lo importante en una serie moderna? 

Ejemplo a seguir vs Genuinidad

En una serie tan innovadora (para su época), que pretende mostrar a las mujeres y su feminidad de manera poco tradicional, Carrie Bradshaw es una representación realista de una mujer moderna. No es una heroína perfecta, sino que es un personaje genuino que refleja la realidad de muchas mujeres que lidian con la incertidumbre y los errores en sus vidas amorosas y personales. Carrie no sigue un ideal inalcanzable de perfección femenina, más bien, es mostrada como una mujer cualquiera que comete errores y toma decisiones impulsivas- como tu, como yo, y como cualquier ser humano intentando hallar su lugar en el mundo-. Lo que puede pasar es que muchos de nosotros no estamos acostumbrados a ver personajes femeninos tan reales -con todos los errores y defectos que esto implica- en la televisión, por lo que ver a una protagonista como Carrie causa sentimientos encontrados, generando muchas veces el deseo de gritarle “amiga date cuenta”. 

Muchas de las cosas con las que lidia este personaje -varias veces mal manejadas por su parte- son experiencias que comparten muchas mujeres en la vida real. El estar en una relación tóxica y no poder salir de ahí, dejarse llevar por el deseo conduciendo a grandes errores como la infidelidad, no necesariamente la convierten en un mal ejemplo, sino que la muestran como una persona en evolución lidiando con la complejidad de las emociones humanas. La serie invita a la audiencia a aceptar la autenticidad y la imperfección como parte importante de los seres humanos. 

Efectos en la audiencia femenina

La audiencia de esta serie es principalmente femenina. Para las mujeres de la Generación X y Millenials, que crecieron con Sex and the City, Carrie pudo haber representado un punto de ruptura con los roles de género tradicionales, reflejando los desafíos que enfrentaron estas mujeres al navegar por relaciones y amistades, y al entrar al mundo laboral. La Generación Z, que creció en un contexto distinto, es más crítica hacia este personaje -de ahí todos los blogs y videos de tik tok explicando por qué “carrie is the worst”-. Por los nuevos ideales de los últimos tiempos, puede que estas jóvenes cuestionen la manera en la que este personaje aborda ciertos temas, como la salud mental o independencia emocional. Sin embargo, el hecho de que las nuevas generaciones se sigan involucrando con esta serie muestra que, más de dos décadas después, sigue siendo relevante la manera en la que se representan a las cuatro mujeres del show. Además, el debate que causa Carrie como protagonista es esencial para la continuación de la discusión sobre los roles de género en el ámbito del entretenimiento.

Otros ejemplos

Durante los últimos años han habido varias series y películas con protagonistas femeninas que no se muestran ejemplares sino con varios defectos y errores, que ante los ojos de sus audiencias las pueden hacer más “reales”. Como Fleabag, criticada por infidelidad y sabotaje de relaciones interpersonales. Serena van der Woodsen, conocida por tener un comportamiento egoísta e irresponsable. Meredith Grey, a quien se le critica por tener una baja inteligencia emocional y un mal balance entre su vida personal y profesional. Así como estos personajes hay muchos otros que desafían la idea de que las protagonistas deben comportarse de manera ejemplar y ser un modelo a seguir. 

A pesar de que estos otros ejemplos de series tienen una audiencia distinta, estas protagonistas pueden reflejar las luchas y los problemas de las diversas mujeres que las ven. De esta manera, sin importar la trama de la serie ni si su audiencia objetivo son niñas o adultas, estas protagonistas pueden establecer una conexión significativa con sus espectadoras. 

Es importante aclarar que no se trata de que este tipo de personajes femeninos normalicen o inciten malos comportamientos, sino que se muestren como personas en evolución, lidiando con la complejidad de las emociones humanas. Es fundamental que estos personajes reflejen crecimiento y progreso. Las series deben abordar estos comportamientos problemáticos de sus personajes con reflexiones críticas, que permitan a la audiencia percibir que si bien todos cometen errores -hasta las “icons” de sus series favoritas- todo es un proceso, y la idea es aprender y crecer de estos.