¿Alguien sabe qué es un exvoto?

¡Se acerca la navidad! Y por eso, vamos a dar un paseo por las tradiciones navideñas y religiosas más bonitas de nuestro país: los exvotos.

¿Alguna vez han escuchado hablar de un exvoto?

Tal vez nunca han escuchado la palabra, pero seguramente saben de qué estoy hablando, como lo verán a continuación. 

Un exvoto es una ofrenda que se le hace a Dios o a cualquier otra figura de la religión y que puede tomar diversas formas, como un amuleto, una mortaja o una figura. Son propios, aunque no exclusivos, de la religión católica y la mayoría de nosotros, creyentes o no, hemos usado o visto alguna vez un exvoto en nuestras vidas. 

El día de hoy, nuestra nota será de exvotos, ¿por qué? Porque, como sabrán al final de esta nota, son unos objetos muy poderosos y especiales para entender cómo funcionan nuestras sociedades, nuestras materialidades y nuestras creencias. 

La fe en la cotidianidad

Los exvotos son comunes en contextos populares, pues son el resultado de un encuentro entre la religión cristiana y la fe que encontramos en nuestro día a día. Son, en definitiva, la religión en acción, producto del encuentro entre el cristianismo y las comunidades indígenas al inicio de la conquista, o los sectores rurales alejados del poder de la iglesia. Los exvotos no solo cumplen el papel de intermediario entre Dios y una petición mundana, sino también son una representación única y personal de esta fe, que puede ser entendida y usada por cualquiera, sin necesidad de contar con la iglesia como intermediaria. Representan, por tanto, la fe en la cotidianidad. Es el recuerdo constante de compañía y esperanza para el futuro. 

Hay también una relación estrecha e indisoluble entre la religiosidad popular, la de la mayoría,  y la esperanza por un milagro. Esto se debe a que la religiosidad popular nace desde los márgenes, donde dada la existencia de relaciones desiguales de poder, donde el poder social y político lo tienen ciertos grupos sociales mientras que otros permanecen olvidados, estas comunidades no tienen acceso a bienes y servicios básicos que las comunidades de la centralidad sí tienen. Tradicionalmente, estas comunidades han sido ignoradas y dejadas de lado, por eso es que su relación con los milagros es tan estrecha. Aunque la necesidad de buscar un milagro es también una característica intrínseca de los seres humanos. 

En Latinoamérica, especialmente en Colombia, es común encontrar que los exvotos son ofrecidos a santos específicos. Sabemos todos que en la religión católica los santos tienen cada uno una «especialización». El autor Arboleda Mora dice que se tratan como dioses menores que están encargados de un aspecto particular de la vida humana. Tanta especialización hace más fácil que se puedan comparar los santos con deidades y culturas indígenas y africanas. Implantar los exvotos y la devoción a los santos en comunidades americanas fue un movimiento estratégico por parte de la iglesia católica, pues encontraron rasgos culturales afines con los cuales se pudieron mezclar, dando así lugar al sincretismo cultural. 

Exvotos cercanos a ti

Los exvotos son comunes en México, donde los creyentes realizan retablos generalmente pintados sobre un material de fácil acceso, donde se describe la difícil situación. En Colombia, también contamos con unos exvotos muy famosos en el pueblo de Bojacá. 

Te puede interesar: ¡En Pompeya también había graffitis!

Bojacá es un municipio del departamento de Cundinamarca, ubicado al occidente de la capital colombiana, Bogotá. Bojacá es importante en esta historia por su larga tradición religiosa, cuyo epicentro es el santuario principal de Nuestra Señora de la Salud. Este santuario se ha convertido en un centro de peregrinación de varias partes del centro del país, donde miles de feligreses acuden para pedir por la salud propia y de sus seres queridos. Dentro del santuario encontramos la figura de Nuestra Señora de los Dolores, una advocación mariana, a manera de piedad. Es decir, Nuestra Señora de los Dolores es una de las varias formas que se le atribuye a la virgen María, dadas historias o relatos que se cuentan sobre ella. Así, Nuestra Señora de los Dolores tiene el poder de curación, basándose en el pesaje de la Biblia donde se relata el dolor que sentía la Virgen al ver a su hijo crucificado.

El Santuario de Nuestra Señora de la Salud y la imagen de Nuestra Señora de los Dolores se complementan con el papel que cumplen los exvotos. Si nos paramos de espaldas al santuario de Bojacá y atravesamos el parque principal sin desviarnos, llegamos a la calle del adelantando don Gonzalo Jiménez de Quesada. Esta calle adoquinada es importante porque es el epicentro de la venta de exvotos con fines medicinales, que se ofrecen en el ya nombrado santuario. Los exvotos de Bojacá se presentan a manera de figuras de cera amarilla de unos 14 centímetros las más grandes, aunque depende de la representación. Estas estatuillas de cera pueden tomar forma de hombres y mujeres, principalmente. A través de estas figuras, los creyentes piden por la salud propia y de sus seres queridos. Así, por ejemplo, una mujer utilizaría una de estas figuras femeninas y la bendeciría y ofrecería en el templo. Pero la mujer también puede ofrecer la forma de un hombre, si en vez de pedir por su salud pidiera por la de su marido, hermano o hijo. 

Pero los exvotos de Bojacá no se quedan ahí. También podemos encontrar brazos y piernas, cabezas y ojos, mujeres embarazas y niños, e incluso corazones. Cuando el creyente no quiere pedir por la salud en general sino, digamos, quiere curar sus migrañas, ofrecerá solo la cabeza. Si quiere pedir por la salud de su niño pequeño, irá con la pieza correspondiente. Si una mujer quiere quedar embarazada, ofrecerá la figura correspondiente. Si ha terminado una relación amorosa, pedirá por la sanación del corazón. Las figuras no solo representan los cuerpos enfermos de las personas. Representan también dolencias más específicas y tienen una relación directa con aquellas partes que sufren en el cuerpo de los enfermos. 

Dentro de las muchas figuras que pueden tomar los exvotos, también podemos encontrar exvotos con forma de vehículos, carros y motos. De hecho, la mayor parte de los viajeros que llegan de todas partes de la región van exclusivamente a bendecir sus carros, las llaves de sus automóviles e incluso los cascos de sus motos. Esto se debe a que las muertes por accidentes de vehículos terrestres representan, año tras año, la séptima causa de muertes en el país. Así, las enfermedades o muertes por accidentes de tráfico se convierten en un problema de salud pública, no solo un pie de página en las oraciones del padre del Santuario de la Salud de Bojacá. 

Exvotos con ojo crítico

Los exvotos están fuertemente ligados al pasado de las comunidades, son importantes en el presente y lo más seguro es que perduren en el futuro. Estas piezas pasan a ser referentes de su cultura y los representan con el resto del mundo. Puede que al hacer esto caigamos en estereotipos, pero el patrimonio muchas veces sirve para alimentar estas creencias. De esta manera, Bojacá –y toda Colombia, de paso– pasa a ser reconocida como un lugar extremadamente devoto y dado a la religión, donde toda la vida social ocurre ligada a la iglesia. 

Pero los exvotos no solo sirven para marcar la manera en que la cultura bojaquense puede ser vista desde fuera, sino también cómo los mismos bojaquenses se identifican a ellos mismos. Su cultura y su vida está profundamente mediada por su relación con la iglesia, con los exvotos y con los rituales de sanación que cada uno lleva a cabo. Sienten que pertenecen a esta cultura, que son parte de ella, tanto como ella es parte de ellos. Este sentido de identidad se forma en gran medida por los significados que se le asignan a objetos, lugares, canciones, fiestas y demás. Si los habitantes de Bojacá le dan un significado especial a los exvotos, por ejemplo, funcionar como amuleto entre la humanidad y Dios, o ser parte de una larga cadena de tradiciones que han sido heredadas, los exvotos pasan a ser patrimoniales, porque tienen un papel importante en este proceso de dar significados al mundo. 

Los exvotos se convierten entonces en más que una materialidad. Son también los lugares y las formas en las que se guarda y conserva el aparato simbólico de las sociedades. Encontrar un exvoto en una sociedad nos puede decir más de ella de lo que imaginamos. Nos puede mostrar, en primer lugar, los materiales a los que esta sociedad tiene acceso, cómo los trabaja y el porqué de esta elección, así como los procesos de talla y cuidado de estos materiales. En segundo lugar, los exvotos nos muestran también, como dijimos, la construcción simbólica de las sociedades. Los exvotos son como llaves de entrada a una sociedad con una relación estrecha con seres sobrenaturales, que prefieren dejar su destino en manos del más allá y que tienen unas creencias religiosas fuertes. A través de los exvotos incluso podemos reconstruir cómo van cambiando las creencias a través del tiempo. 

Así, queremos hacerle una invitación a que conozcan su patrimonio cultural. Una visita a estos santuarios, un acercamiento a estas figuras y una conversación con estos personajes nos pueden hacer entender mucho mejor el lugar donde vivimos.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *